Horóscopo 2018: la mayoría de edad del siglo XXI

Desde Astrowine comenzamos una serie de análisis de las estrellas como precursoras del futuro. Empezamos por hacer el horóscopo del año 2018, en base al estudio de los ritmos de la Luna y los planetas ante las zonas astrológicas delimitadas por los signos del zodiaco; la interpretación corresponde a la configuración del cielo el día 1 de enero.

Este día podemos comprobar que todos los planetas tienen un sentido de desplazamiento directo. Todos excepto Urano, que, en retrogradación, toma el sentido directo el día 2. Esta circunstancia confiere a Urano una cualidad especial sobre la que volveremos más adelante.

El sentido directo de los planetas unido al hecho de que se encuentran delante de signos cardinales, se traduce en una fuerte voluntad por parte de cada uno de ellos en sus respectivas aptitudes. Además, tres de ellos están en sus respectivos signos regentes, lo que refuerza aún más su carácter y lo hace netamente positivo. Veamos quienes son y su comportamiento:

En primer lugar, Neptuno en Piscis induce a romper lo establecido en un retorno a la fuente, sin duda una autentica renovación.

De otro lado, Marte en Escorpio va a ser auténticamente imparable con su poderosa energía asertiva y de atracción. Marte nos propone el desarrollo del yo individual. Además, el hecho de que se encuentre en conjunción astrológica con Júpiter va a ser capaz de atraer riqueza, y por último a través de su trígono con Neptuno, va a impulsar valores éticos.

Finalmente, Saturno y Venus con el que está en conjunción en Capricornio, van a propiciar un año muy emocional en que enfrentar el desánimo, el vacío emocional y la soledad de los traumas afectivos. Una buena gestión de estos tres impulsos regeneradores sin caer en agobio o miedos hará factible un auténtico fortalecimiento del “yo”; generador de una auténtica energía que rompa lo viejo.

El efecto contrario en 2018 llega de la mano de la Luna en creciente ante Cáncer que manifiesta una profunda necesidad de seguridad y se niega a liberar; se sitúa en una cierta oposición a Mercurio en Sagitario que sin ningún tacto, anhela desafíos intelectuales aunque es muy vulnerable al fanatismo o la hipocresía.

Por último, veamos la acción del planeta Urano, cuya situación de retrogradación el día 1 cambia a movimiento directo el día 2; técnicamente el paso de un sentido a otro se hace atravesando un período en que el movimiento se va ralentizando, queda suspendido y prosigue en el otro sentido. Consideramos por tanto que en realidad este día 1, Neptuno con su actitud produce el efecto de una tregua en su actividad. Neptuno que permanece un término medio de 7 años ante una constelación, ha desplegado en este tiempo en Aries toda su acción de imprevisibilidad, rebelión y crisis. En el año próximo entrará en Tauro, pero en este 2018 hará una escapada desde el 15 de mayo hasta el 6 de noviembre en que regresa de nuevo a Aries. Quizás sólo sea por tanto hasta mayo en que mantenga en su tregua su carácter; y luego en Tauro de rienda suelta a la tensión de la rebelión que choca contra la roca de la tradición y de cómo resultado la explosión del conflicto. Veremos.

¡Felicidades! Tienes por delante miles de estrellas y 365 días para realizar tus propósitos.

 

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